El trabajo de las mujeres ¿ámbito doméstico o asalariado?
Las actividades productivas de las mujeres desde los albores de la historia de Europa han estado destinados fundamentalmente con el desarrollo de las actividades domésticas y del cuidado de la familia. ¿Quiere decir esto que las mujeres no eran asalariadas o que únicamente trabajaron en sus hogares durante el S.XIX? ¡Por supuesto que no!
Tradicionalmente las mujeres tuvieron que encargarse de la preparación y del cuidado del hogar, además del bienestar de la familia al completo (tanto de los hijos e hijas como del marido). Ahora bien, el trabajo doméstico de las mujeres nunca fue considerado como tal, sino como una parte fundamental de su virtud, por lo que muchas de ellas (sobre todo las que pertenecían a las clases más bajas de la sociedad) tuvieron que trabajar en el campo o en fábricas para poder contribuir a la economía de sus hogares, siendo explotadas tanto en su trabajo asalariado como doméstico.
Aunque la historia tradicional ha querido ver siempre a las mujeres dentro de las paredes de su hogar, lo cierto es que su presencia en las ciudades como trabajadoras fue de lo más notable, aunque no en todos los países.
En los países nórdicos por ejemplo, sobre todo en Finlandia y Noruega, la agricultura era la principal actividad económica, de ahí que muy pocas mujeres participasen en las actividades económicas destinadas al sector secundario, ya que la presencia de fábricas en las ciudades era muy escasa.
Todo lo contrario sucedió en países como Inglaterra o Alemania, donde la industrialización se desarrolló rápidamente desde inicios del S.XIX, por lo que la presencia de las mujeres en distintas fábricas textiles o siderúrgicas era más común. Desde entonces, la mayoría de las mujeres, de clase media y baja sobre todo, ocupaban las calles, plazas y otros centros de las ciudades por razones de carácter laboral.
Sin embargo, la industrialización rápidamente generó formas de segregación sexual en la actividad laboral, sobre todo en el tema del salario, muy inferior el de las mujeres con respecto a los hombres. Esto se debió a la gran cantidad de discursos que tratadistas como Adam Smith, médicos o juristas proclamaron en sus distintos estudios, conformando un ideal de mujer como ama de casa, madre y educadora de sus hijos.
Es por ello que la expansión del trabajo femenino en las fábricas fue mucho menor al masculino, pero aún así hubieron sectores que concentraron una gran presencia de mujeres entre sus trabajadores, siendo un claro ejemplo de ello la industria textil, como en Inglaterra, o la industria tabaquera, como en Finlandia.
A pesar de todo, la gran mayoría de trabajadoras se emplearon en áreas más tradicionales como en el mercado, vendiendo por la calle, lavando, cosiendo... Pero si una cosa debe quedarnos clara es que las mujeres sí salieron del ámbito doméstico y se convirtieron en una fuente de ingresos (muy inferior a la de los hombres) para sus hogares.
Propuesta didáctica: en este post hemos podido desmitificar, a través de algunos ejemplos, la idea de que las mujeres solo estuvieron presentes en el ámbito doméstico durante el S.XIX. ¿Y en el caso de España? ¿Las mujeres solo trabajaron en los hogares o también encontramos la presencia femenina en las fábricas? Deberás indagar acerca de los trabajos de las mujeres españolas durante el S.XIX y analizar brevemente las principales actividades económicas a las que se dedicaron.
Artículos recomendados:
- Las mujeres y la historia de Europa, Pilar Ballarín https://digibug.ugr.es/bitstream/10481/22237/1/las-mujeres-y-la-historia-de-europa.pdf
- Empleo femenino y política social en el siglo XIX, Mercedes Arbaizahttps://www.euskonews.eus/0190zbk/gaia19001es.html
- La Mujer trabajadora en el S.XIX, de Joan Scott:https://www.fhuc.unl.edu.ar/olimphistoria/paginas/manual_2009/docentes/modulo1/texto3.pdf

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